El poder de la comunicación científica en la investigación y la elaboración de políticas

Conclusiones estratégicas
Participantes de la sesión dedicada a las prioridades actuales de la comunicación científica de la Conferencia de Alto Nivel sobre el poder de la comunicación científica en la investigación y la elaboración de políticas.

El pasado marzo tuvo lugar la Conferencia de Alto Nivel sobre el poder de la comunicación científica en la investigación y la elaboración de políticas. El evento fue organizadpa por la Fundación de Investigación de Flandes (FWO), el Fondo de Investigación Científica (FRS-FNRS) y Science Europe, bajo la Presidencia belga de la Unión Europea. 

La conferencia hizo hincapié en la importancia de integrar la comunicación científica en los sistemas de investigación e innovación. Se instó a responsables políticos a priorizar la comunicación de la ciencia a nivel nacional, europeo y global. Además, se promovió el desarrollo de herramientas institucionales para mejorar las habilidades de comunicación del personal investigador y el reconocimiento de la comunicación científica como profesión. La participación inclusiva del público y comunicar mejor los límites de los procesos científicos se consideraron prioritarios. 

Durante la sesión dedicada a las prioridades actuales de la comunicación científica, Joana Magalhães, de Science for Change, habló de COALESCE. Se trata de un proyecto financiado por la Comisión Europea en el que participamos desde FECYT.  Su objetivo es establecer un Centro Europeo de Competencia para la Comunicación Científica y una Academia de Comunicación Científica.

Coloquio

                                                                   © FNRS/Danny Gys

 

Resumimos las principales conclusiones estratégicas derivadas del evento.

  • Incentivar la comunicación científica en los entornos de investigación mediante un mayor reconocimiento y apoyo. Hay que financiar la formación específica en técnicas de comunicación y la integración de las actividades de comunicación en la carrera profesional. Se deben fomentar plataformas para compartir buenas prácticas a nivel nacional e internacional. El personal investigador debe ser reconocido y recompensado por sus esfuerzos en comunicación científica como parte de los sistemas de evaluación de la investigación.
  • Reconocer a comunicadores científicos como profesionales que aplican enfoques basados en la evidencia, y a la comunicación científica como un campo de especialización e investigación. La colaboración entre personal investigador y profesionales de la comunicación es fundamental para garantizar que los resultados de la investigación son utilizables, accesibles y transferibles a la sociedad. Esta colaboración también es esencial para fomentar la comprensión del proceso científico entre los distintos públicos.
  • Promover y desarrollar la alfabetización en inteligencia artificial (IA) y la transparencia de los datos para el uso responsable de esta herramienta en la comunicación científica. La confianza en la IA dependerá de las organizaciones se involucren en la responsabilidad, la transparencia, la regulación y los sesgos. Solo así se podrá garantizar la integración ética y efectiva de esta herramienta en las prácticas de investigación y comunicación.
  • Adoptar principios básicos para una comunicación científica responsable. Una comunicación científica responsable ha de estar basada en la transparencia, la inclusión, la integridad, así como en el respeto a la autonomía y la oportunidad. Para conseguir esto es necesario abordar varios retos. Entre ellos se incluyen la transparencia en la comunicación científica. Además, se requiere el fomento de un discurso público crítico. También es crucial mejorar la alfabetización mediática. Otros desafíos incluyen el respeto de las diferencias disciplinarias, el multilingüismo y la priorización del pensamiento crítico. También es importante fomentar la confianza de la juventud en la ciencia.

En conclusión, responsables políticos, entidades de investigación y profesionales de la comunicación deben mejorar sus políticas y prácticas en comunicación científica, para dar a conocer mejor cómo funciona la investigación.