Hemos publicado el estudio “La Comunicación Científica en España“. Este informe analiza el estado actual de la disciplina e identifica necesidades, espacios y campos no cubiertos. El objetivo final es diseñar estrategias encaminadas a mejorar la calidad e impacto de la comunicación científica en nuestro país.
El estudio, encargado al Centro de Estudios de Ciencia, Comunicación y Sociedad de la Universidad Pompeu Fabra (CCS-UPF), analiza la investigación en comunicación científica y las formaciones de máster en este ámbito. Finalmente, también incluye un estudio de casos sobre los sectores profesionales de la comunicación científica. A continuación te mostramos un pequeño resumen.
Investigación en comunicación social de la ciencia
El análisis ha identificado 47 grupos que investigan en comunicación científica en nuestro país: 7 de ellos lo hacen de manera completa o exclusiva y 40 de manera parcial o no exclusiva.
Hay una notable diversidad disciplinar, tanto en los departamentos en los que se ubican los grupos de investigación, como en la procedencia curricular de las personas que investigan en este campo. Esto supone una fortaleza, pero también contribuye al carácter fragmentado de este campo de investigación. Así, el análisis muestra que las redes de colaboración entre grupos están poco consolidadas y con una distribución poco homogénea.
Estas son algunas de las carencias detectadas por el personal investigador:
- Falta de infraestructuras de apoyo adecuadas a las necesidades, Insuficiente financiación.
- Falta de interdisciplinariedad.
- Falta de formación en investigación.
- Ausencia de estructuras de coordinación.
- Ausencia de oportunidades que fomenten la colaboración entre la comunidad investigadora y entre ésta y los profesionales.
Para fomentar esta colaboración, hemos publicado la primera base de datos de grupos de investigación en comunicación científica. Además de incluir los 47 grupos identificados en el análisis, permite su actualización y cuenta ya con 51 grupos. Además, para fomentar la colaboración entre investigación y práctica, se ha incluido por primera vez una línea de financiación específica en la Convocatoria de Ayudas para el fomento de la cultura científica de FECYT.
Formación especializada en comunicación científica
Aproximadamente 500 personas se gradúan cada año en España en un máster o un posgrado en comunicación científica. Existen 13 programas de formación especializada en comunicación científica (máster):
- 8 se centran en comunicación científica de manera exclusiva, mientras que los 5 restantes enseñan comunicación científica junto a otras áreas.
- 10 pertenecen a universidades públicas y 3 a privadas.
- 7 son títulos oficiales y 6 son títulos propios.
Si clasificamos los 13 programas en función de su modelo de enseñanza:
- 10 siguen un modelo profesional, centrado en enseñar los conocimientos y las habilidades necesarias para ejercer la comunicación científica.
- 1 sigue un modelo de enseñanza de investigación, que enseña herramientas, conceptos y metodologías para investigar la comunicación científica.
- 2 programas siguen un modelo mixto, lo que puede relacionarse con la falta de formación en investigación identificada en el apartado anterior.
A pesar de la presencia de mujeres en el ámbito de la comunicación, las páginas web de los programas identificados muestran que tanto los roles de dirección de dichos programas como los de docencia están ocupados en su mayoría por hombres.
Las entrevistas con 12 de los responsables de estos programas revelan que los conocimientos y habilidades más impartidas son las relacionadas con la comunicación. A continuación se situán los relativos a la ciencia y la tecnología y a la relación entre ciencia y sociedad.
Del conjunto de programas, 9 ofrecen prácticas en entornos profesionales para vincular la formación con la práctica en un ambiente real, sean o no obligatorias. De las entrevistas se concluye que solo 9 programas integran los avances que se van produciendo en la investigación en comunicación científica, ya sea incluyendo los nuevos conocimientos en los contenidos propios y organizando conferencias y jornadas.
Una encuesta enviada a ex-alumnado de estos másters muestra que esta formación tiene cierta utilidad para encontrar trabajo, así ante la pregunta “¿En qué medida lo aprendido en el máster te ayudó a encontrar trabajo? se obtiene un 5,88 de media en una escala de 0 a 10 puntos. Un 71,64% (n=96) responde con una puntuación de 5 o más, aunque existe gran variabilidad entre programas, año de graduación, la ocupación desempeñada dentro de la comunicación científica o la formación previa. En este sentido, si bien la mayoría de alumni encuestados provienen de las ciencias experimentales, la mayoría de ellos (64%) no trabaja ni investiga en el campo de la comunicación científica. En los extremos, un 16,42% cree que le fue decisivo a la hora de encontrar trabajo (puntúa con un 10 a esta pregunta) y un 12,69% piensa que no le sirvió de nada para encontrar trabajo (puntúa con un 0 a esta pregunta).
La puntuación media de las respuestas ante la pregunta “¿En qué medida lo aprendido en el máster te ayuda a desempeñar tu trabajo?” es de 6,48, con un 79,85% otorgando puntuaciones de 5 a 10 (n=107,). En los extremos, un 8,96% cree que le es decisivo (puntúa con un 10) y un 2,99% piensa que no le sirve de nada (puntúa con un 0). Los programas formativos son menos útiles para las mujeres que para los hombres, tanto para encontrar como para ejercer su trabajo.
Sectores profesionales de la comunicación científica
Mediante un proceso de co-creación se han identificado los principales sectores y subsectores profesionales que podrían beneficiarse de emplear a profesionales de la comunicación de la ciencia. A partir de los sectores identificados y partiendo del modelo de la Cuádruple Hélice de Carayannis y Campbell (2009) se seleccionaron a cuatro organizaciones como estudios de caso:
- Sector Academia: Real Sociedad Española de Física
- Sector Empresa: Amgen
- Sector Sociedad: Associació Celíacs de Catalunya (Asociación Celíacos de Cataluña)
- Sector Administración: Parque Natural de Doñana
Los estudios de caso han ayudado a visibilizar que la práctica profesional de la comunicación científica no está igualmente extendida en los sectores identificados. Según lo observado, los motivos para explicar esta falta de especialización son diversos, entre ellos: 1) no hay un conocimiento claro acerca de qué es y qué hace un profesional de la comunicación científica; 2) en algunos casos, faltan recursos económicos para contratar personal dedicado a la comunicación científica, por lo que esta es realizada por personal investigador u otros profesionales sin formación ni experiencia especializada; 3) el perfil del profesional de la comunicación científica se percibe como algo demasiado específico y, por tanto, difícil de encontrar a alguien que se ajuste al mismo; y 4) en algún caso es la propia estructura de división de las tareas comunicativas en distintas administraciones, e incluso en distintos niveles en una misma administración, lo que da lugar a que algunos contenidos científicos acaben siendo comunicados por departamentos de comunicación que no están especializados ni cuentan con especialistas en sus equipos.
Finalmente, se observa que algunos profesionales que realizan tareas de comunicación científica no se consideran comunicadores científicos. De nuevo, esto puede ser debido a una falta de conocimiento de la profesión, lo que parece indicar que aún queda mucho por hacer para poder avanzar en la profesionalización y expansión de la comunicación científica.
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