Confianza, contexto y participación: claves para una comunicación científica eficaz

Nuevos estudios inciden en la idea de que transmitir información precisa ya no es suficiente.
Participación en la ciencia, activismo científico

La pandemia de covid demostró la necesidad crítica de información precisa y confiable, pero también evidenció que la simple transmisión de información no basta para lograr la aceptación social del conocimiento ni para fomentar decisiones alineadas con la evidencia científica. 

Publicaciones recientes nos recuerdan que disponer de información precisa no garantiza que las personas actúen conforme a ella y abogan por la comprensión, la confianza, el contexto y la participación como factores para una comunicación científica eficaz.

 

¿Más conocimiento, mejores decisiones?

En un estudio reciente que analiza el comportamiento de diversas poblaciones durante la pandemia, las investigadoras Baram-Tsabari y Rozenblum (2025) ponen a prueba la suposición de que la educación científica formal lleve a una toma de decisiones informada por la ciencia. El estudio mostró que la formación científica de los participantes no garantizó que eligieran fuentes de información científicas confiables, usaran argumentos científicos para justificar sus decisiones relacionadas con la covid, o se adhirieran a medidas de salud pública como el distanciamiento físico. Los resultados ponen de relieve que las decisiones están mediadas por una compleja red de factores contextuales, culturales, identitarios y emocionales.

Por su parte, en su reflexión sobre la “infodemia” publicada en Critical Public Health, Dwyer et al. (2025) sostienen que la confianza en las vacunas sirve como ejemplo de cómo la confianza, más que la información por sí sola, impulsa la toma de decisiones de salud pública.

En una línea similar, el especial de PNAS "Reimagining Science Communication in the COVID Era and Beyond" plantea que el paradigma de comunicación científica centrado en la difusión, que busca informar, reformular o corregir creencias puede no ser eficaz para abordar desafíos como la incertidumbre científica o la ciencia politizada, defendiendo la necesidad del diálogo y la participación real.

 
Cambio de paradigma: ciencia con la gente, no solo para la gente

Las decisiones del público están profundamente mediadas por la confianza, la identidad, la experiencia previa y el contexto social y cultural. Por este motivo, los autores de estas publicaciones sugieren repensar tanto los objetivos de la educación científica como las estrategias de comunicación pública.

Se aboga por un cambio de paradigma desde la difusión tradicional y vertical hacia enfoques participativos e inclusivos con el objetivo de mejorar la comprensión pública de la ciencia, pero también la comprensión de los científicos sobre las preocupaciones, necesidades y valores del público. 

Esto implica establecer relaciones de confianza a través de la transparencia, la rendición de cuentas y la participación comunitaria. Además, defienden una visión de la participación en la ciencia basada en relaciones equitativas, colaborativas y sostenidas con las comunidades, en las que se comparten el poder, la toma de decisiones y la construcción conjunta de conocimiento y soluciones.

 

Implicaciones para la comunicación científica

1. A menudo, la mera transmisión de información no basta

  • Cuando las personas no actúan en línea con el conocimiento científico, solemos señalar la ignorancia o el consumo individual de (des)información como la causa. Sin embargo, disponer de información precisa no garantiza que las personas actúen conforme a la evidencia científica. 
  • Las decisiones del público están profundamente mediadas por la confianza, la identidad, la experiencia previa y el contexto social y cultural. 

2. La identidad y las emociones son factores determinantes

  • Comprender que las personas no procesan información científicamente “neutra”, sino que la filtran a través de sus identidades sociales, creencias y emociones. Ignorar estos factores puede derivar en incomprensión, rechazo o desconfianza hacia la ciencia por parte de los públicos y en estrategias ineficaces o contraproducentes por parte de los comunicadores.

3. La confianza es central

  • No se trata solo de informar, sino de construir vínculos. La transparencia, la coherencia y el reconocimiento de los errores fortalecen la credibilidad.
  • Reconocer las fortalezas de las comunidades y no solo sus déficits.
  • Acercarse a las comunidades no para imponer, sino para aprender.
  • Practicar la escucha empática, sin prejuicios, para entender sus prioridades, marcos culturales y formas de conocer.
4. Diseñar estrategias contextuales y adaptadas
  • Diseñar iniciativas que respondan al contexto específico: quiénes son los públicos, cuáles son sus valores, qué medios consumen, en quién confían.
  • Adaptar los mensajes y enfoques a las realidades y lenguajes de las audiencias e implicar a actores locales.
  • Alinear los temas científicos con las preocupaciones reales de la gente.

5. Es esencial adoptar enfoques dialógicos y participativos

  • Escuchar activamente a las comunidades, reconocer sus saberes, involucrarlas en la definición de problemas y en la construcción de soluciones.
  • Evitar la participación instrumental o simbólica que solo legitima decisiones ya tomadas.
6. Reconocer y abordar las desigualdades estructurales
  • Ser conscientes de cómo el poder, el racismo, la clase y otras formas de desigualdad afectan la relación entre ciencia y sociedad.
  • Incluir voces históricamente marginadas en los procesos comunicativos y de toma de decisiones.