El 27 de septiembre de 2024 —enmarcada en la conmemoración del Día Internacional de la Cultura Científica (DICC) que se celebra cada 28 de septiembre— organizamos la jornada El futuro de la comunicación científica. El evento abordó los desafíos y posibilidades de la comunicación social de la ciencia para una ciencia más abierta, inclusiva y confiable y su papel en el Sistema de I+D+I. Se puede acceder al resumen completo de la jornada en este enlace.
También puedes acceder a entrevistas cortas con los ponentes en esta lista de reproducción de YouTube.
Si tienes poco tiempo, a continuación te resumimos las principales conclusiones de la jornada:
Ciencia y democracia
Ciencia y democracia están interrelacionadas y se enfrentan a amenazas comunes. La ciencia y la tecnología no pueden sobrevivir sin un apoyo democrático.
Imagen de la ciencia
La imagen que trasladamos de la ciencia tiene consecuencias en las actitudes del público. Si bien es innegable el papel que la ciencia y la tecnología tienen en la resolución de problemas y la obtención de beneficios, poner el énfasis en esta imagen utilitarista puede resultar contraproducente y generar actitudes negativas.
Demandas del público
El público demanda información científica accesible y validada, que permita comprender el funcionamiento de la ciencia y evaluar la información de forma crítica; y un mayor compromiso involucrando a diferentes comunidades y facilitando su participación.
Comunicación bidireccional
La comunicación científica debe ir más allá del “modelo de déficit”, adoptando un enfoque bidireccional.
Promover el escepticismo
Es necesario desarrollar acciones encaminadas a fomentar el pensamiento crítico, evitando “vender” la ciencia y permitiendo a la ciudadanía adoptar una perspectiva escéptica.
Equilibrio
Simplificar el contenido para hacerlo atractivo debe equilibrarse con mostrar la complejidad que rodea algunos temas científicos y comunicar no solo los resultados sino también sus procesos, evitando dar una imagen distorsionada o subestimando el papel de los expertos.
Participación
Es fundamental promover un mayor compromiso involucrando a diferentes comunidades y facilitando su participación. Para ello, deben desarrollarse mecanismos que permitan una participación significativa, evitando su uso de forma superficial o interesada, lo que puede ser contraproducente y generar desconfianza.
Apoyo al periodismo científico
Promover un periodismo científico independiente que actúe como vigilante del poder, sirviendo a los intereses de los públicos, en lugar de a los de las instituciones y editoriales científicas. Esto requiere contar con profesionales especializados y recursos en los medios.
Participación real
Desarrollar mecanismos que permitan una participación significativa vinculada a un compromiso real, evitando su uso de forma superficial o interesada, lo que puede ser contraproducente y generar desconfianza.
Formación y apoyo institucional
La comunicación de la ciencia requiere tiempo, formación, recursos y profesionales. No todos los/las científicos/as tienen que comunicar públicamente, pero es fundamental que quienes lo hagan reciban formación en el ámbito y cuenten con apoyo institucional.
Diversos intereses
Los intereses de las instituciones o agendas políticas pueden restringir la libertad del personal investigador o de los profesionales para comunicar. La confianza entre instituciones, investigadores y profesionales resulta fundamental.
Cuestiones éticas
La comunicación social de la ciencia es compleja y también puede ser contraproducente. Es necesario tener en cuenta consideraciones éticas, como el rigor y la honestidad, haciendo explícitas cuestiones como los intereses u objetivos de la comunicación o en nombre de quién se comunica, estableciendo guías o protocolos que permitan garantizar su calidad.